Modernización de ascensores

El momento adecuado llega cuando se combinan tres señales: obsolescencia técnica (controladores fuera de producción, repuestos escasos o costosos), desempeño insuficiente (paradas frecuentes, nivelación deficiente, viajes ruidosos) y brechas normativas frente a RETIE/NTC. Otra alerta es el incremento sostenido del correctivo y del consumo energético, que suele superar el costo de un plan de modernización en el horizonte de tres a cinco años. En edificios con alta ocupación, la percepción del usuario y la reputación del inmueble también presionan la decisión.

Con CST BOV, el proceso inicia con diagnóstico integral: estado de tracción, control, puertas, seguridad y entorno eléctrico. Se priorizan riesgos, se estima ahorro energético y se modela el retorno. La propuesta incluye fases para minimizar indisponibilidades, cronogramas detallados e hitos de seguridad. Así, la copropiedad decide con datos, evita inversiones fragmentadas y obtiene un resultado medible en confiabilidad y confort desde las primeras semanas de operación.

La reparación convencional resuelve una falla puntual: cambia una pieza, ajusta un componente o reestablece la marcha. Es táctica y reactiva, útil para volver a operar, pero no corrige causas sistémicas como obsolescencia, ineficiencias eléctricas o puertas fuera de norma. La modernización es estratégica: reemplaza subsistemas críticos (control, variador, puertas, seguridad) bajo un diseño integrado, con pruebas y documentación para cumplir normativa y alcanzar metas de eficiencia, confort y confiabilidad.

CST BOV guía la decisión con análisis de costos totales: si el correctivo recurrente, la energía y la indisponibilidad superan el CAPEX de modernizar, el retorno es claro. Además, una modernización bien ejecutada reduce las emergencias, mejora tiempos de viaje, estabiliza la nivelación y facilita el mantenimiento predictivo. En síntesis, pasar de “apagar incendios” a “operar con excelencia” es la diferencia tangible para usuarios y administración.

Los paquetes típicos incluyen: controlador electrónico, variador de frecuencia, tablero eléctrico bajo RETIE, máquinas de tracción (gearless o reacondicionadas), limitador de velocidad, paracaídas, frenos, cableado y sensores. También puertas de piso y cabina con operadores modernos, botoneras accesibles, displays, señalización y comunicación de emergencia. En confort y diseño: iluminación LED, ventilación optimizada y acabados de cabina resistentes y fáciles de limpiar. El alcance se ajusta al diagnóstico y al presupuesto disponible.

CST BOV prioriza por criticidad y retorno: primero seguridad y control, luego puertas y confort. Si la máquina conserva vida útil, se aprovecha; si no, se sustituye por tecnología eficiente. Todo se documenta con repuestos certificados, bitácoras y pruebas funcionales. Esta metodología reduce riesgos de incompatibilidad y asegura que cada actualización entregue beneficios medibles en seguridad, eficiencia y experiencia del usuario.

En seguridad, se obtienen frenos confiables, paracaídas y limitador calibrados, detección de intrusos en puerta, comunicación de emergencia y señalización clara. El cumplimiento de NTC y RETIE reduce incidentes y exposición jurídica. En confort, el control moderno ofrece arranques y paradas suaves, nivelación precisa y reducción de ruido y vibraciones. Los tiempos de espera se estabilizan y la cabina se percibe más “premium”, elevando satisfacción.

En eficiencia, los variadores y motores optimizados consumen menos, la iluminación LED y los modos standby recortan costos, y los ajustes reducen el desgaste. CST BOV mide y compara indicadores antes/después para demostrar ahorros y mejoras de disponibilidad. El edificio gana en reputación, el equipo técnico en facilidad de mantenimiento y los usuarios en una experiencia agradable y segura, especialmente en picos de tráfico.

La normativa colombiana exige instalaciones eléctricas seguras (RETIE), dispositivos de seguridad operativos y señalización adecuada (NTC aplicables). Cuando una evaluación evidencia brechas –por ejemplo, tableros sin protecciones adecuadas, puertas con fallas de enclavamiento o falta de comunicación de emergencia–, modernizar deja de ser “estético” y se convierte en requisito para proteger a los usuarios y a la copropiedad. Además, algunas aseguradoras condicionan pólizas a evidencias de cumplimiento y mantenimiento.

CST BOV realiza auditorías técnicas, lista hallazgos por criticidad y propone un plan de modernización que cierre brechas y documente el cumplimiento con certificados de calibración y pruebas funcionales. Este enfoque reduce riesgos de sanciones, evita clausuras y fortalece la cultura de seguridad. La administración toma decisiones respaldadas por informes claros y trazables, facilitando la aprobación en asambleas.

Una modernización bien dimensionada puede extender la vida útil operativa entre 10 y 20 años según subsistemas actualizados, intensidad de uso y calidad de instalación. Mantener sin cambios mayores, por el contrario, suele incrementar el correctivo, las indisponibilidades y el consumo, con riesgo de paradas críticas y pérdida de confianza del usuario. La diferencia se nota en disponibilidad, suavidad de viaje y facilidad de mantenimiento.

CST BOV diseña paquetes que maximizan vida útil con control moderno, variadores, puertas confiables y dispositivos de seguridad certificados. También establece un plan de mantenimiento predictivo posterior para proteger la inversión. La administración obtiene costos más estables, usuarios más satisfechos y menos emergencias, lo que reduce el estrés operativo y los gastos imprevistos a mediano plazo.

Habrá ventanas de indisponibilidad planificadas, ruidos controlados y áreas de trabajo señalizadas. En edificios con varios ascensores, se programa por turnos para mantener servicio parcial; en equipos únicos, se contemplan planes de movilidad alternos y comunicación anticipada. Un cronograma claro, con hitos y responsables, reduce molestias y preserva la seguridad de usuarios y técnicos. La logística de materiales y el control de polvo/residuos también son clave.

CST BOV coordina con administración, seguridad y mantenimiento del edificio para definir horarios de menor impacto, rutas de acopio y protocolos de señalización. Informa progresos, realiza pruebas intermedias y valida con la copropiedad cada fase. Así, el proyecto avanza de forma ordenada, segura y transparente, manteniendo la operación del edificio y la confianza de los usuarios.

Los criterios clave son: estado estructural del pozo y la cabina, disponibilidad y costo de repuestos, desempeño energético, frecuencia de fallas, compatibilidad entre subsistemas y nivel de cumplimiento normativo actual. Si múltiples sistemas críticos están al final de su vida y las mejoras no garantizan el estándar deseado, reemplazar puede ser más eficiente. Si la estructura es sana y la tracción/control son actualizables, la modernización suele ofrecer mejor equilibrio costo/beneficio.

CST BOV compara escenarios con CAPEX/OPEX, tiempo fuera de servicio, riesgos residuales y valor del inmueble. Presenta matrices de decisión claras para asambleas, con impacto en seguridad, eficiencia y confort. Así, la copropiedad elige con evidencia si modernizar o reemplazar, asegurando que la inversión responda a necesidades actuales y futuras del edificio.